Mejorando la rentabilidad de la producción agrícola

¿Alguna vez te has preguntado cómo maximizar la rentabilidad en tu producción agrícola? Si eres un productor o una empresa agroalimentaria, seguro que sí. La clave está en la eficiencia y la calidad en todas las etapas, desde el cultivo hasta el consumidor final. En este artículo, hablaremos de las mejores prácticas para lograrlo, centrándonos en el manejo poscosecha y su impacto en toda la cadena alimentaria.

Antes que nada, es importante señalar que en los procesos de producción agrícola cada día es más relevante contar con prácticas que minimicen el impacto ambiental, fomenten la conservación de los recursos naturales, reduzcan la contaminación y contribuyan a la mitigación del cambio climático.

En este sentido, en la búsqueda constante por mejorar la rentabilidad y sostenibilidad medio ambiental, los productores agrícolas se enfrentan a diversos desafíos y decisiones estratégicas dentro de su sistema de producción.

Los sistemas productivos agrícolas, son parte fundamental de la vida humana, pues a través de ellos se generan, transforman y distribuyen los alimentos que consumen personas y animales. Si bien su contribución más visible es a la seguridad alimentaria del planeta, en el escenario de una recuperación económica más verde y equitativa, los sistemas productivos podrían contribuir a la reducción de la pobreza, a la preservación de los ecosistemas y a mantener el equilibrio de la economía global.[1]

 

[1] Proyecto Readiness-IICA. Camino a la recuperación verde del sector agrario, frente a los Impactos del COVID-19 en los sistemas productivos agroalimentarios, de pequeños, medianos productores y agronegocios en América Latina

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¿Cómo mejorar la rentabilidad?

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La rentabilidad en la producción agrícola se refiere a la capacidad para crear beneficios económicos a partir de sus actividades relacionadas con la agricultura. En términos simples, es la relación entre los ingresos obtenidos por la venta de los productos agrícolas y los costos y gastos asociados con la obtención de esos mismos.

La rentabilidad es un indicador clave del éxito financiero en el sector agroalimentario y está íntimamente ligada a la eficiencia de la producción. En este sentido, la productividad agrícola está influenciada por una amplia gama de factores, tanto internos como externos, que desempeñan un papel fundamental en el rendimiento de los cultivos.

Los factores internos se centran principalmente en la calidad genética de las semillas, es decir, en la utilización de semillas de alta calidad y saludables que pueden optimizar la producción. Estos factores pueden ser afectados negativamente por diversas amenazas como parásitos, daños mecánicos y la competencia entre plantas, y su gestión se lleva a cabo mediante prácticas como la nutrición vegetal, el riego y otros métodos similares.

Por otra parte, los factores externos comprenden aspectos físicos, químicos y biológicos. Los primeros engloban elementos como la temperatura, el fotoperiodo, la estructura y la textura del suelo, los cuales desempeñan un papel crítico en el entorno de cultivo. Los segundos, los químicos, abarcan aspectos relacionados con el agua, los nutrientes, la materia orgánica y el oxígeno, los cuales influyen significativamente en los procesos de intercambio de materia en el suelo. Por último, los factores biológicos involucran la presencia de microorganismos en el entorno aéreo y del sistema radicular de las plantas.

Estrategias para mejorar la rentabilidad

Optimización en el campo

La mejora de la rentabilidad comienza en el campo. La calidad de los productos agrícolas depende en gran medida de la calidad de las materias primas. Utiliza semillas de alta calidad, productos que ayuden a controlar las plagas, enfermedades y malezas, gestiona adecuadamente el riego y la fertilización. Esto no solo aumentará la producción, sino que también aminorará las pérdidas.

Momento de la cosecha

El momento de la cosecha es crucial para la calidad de los productos. Cosechar en el momento adecuado garantiza que estos se encuentren en su punto óptimo de madurez, lo que mejora su sabor y durabilidad.

Manejo poscosecha eficiente

El manejo poscosecha es un eslabón vital en la cadena alimentaria. Aquí es donde entra en juego la clave para prolongar la vida de anaquel del producto agrícola. Utiliza técnicas de enfriamiento y almacenamiento adecuadas para mantener la frescura de los productos. Además, invierte en tecnología de poscosecha que automatice procesos y reduzca los desperdicios. La inversión en la vida de anaquel es una inversión en un futuro más sostenible y rentable.

Cadena alimentaria sostenible

La cadena alimentaria es un sistema interconectado. Colabora con otros actores de la cadena para rebajar los costos de distribución y transporte, lo que aumentará tus márgenes de beneficio. Además, busca certificaciones que demuestren tu calidad y sostenibilidad, lo que atraerá a consumidores conscientes.

¿Cuándo aplicar estas estrategias?

La implementación de estas estrategias debe ser constante. Desde el inicio de la producción hasta que la mercancía llega al consumidor final, cada etapa debe realizarse con precisión y cuidado. Otra estrategia a tomar en cuenta es la diversificación de cultivos. En lugar de depender de un solo cultivo, se recomienda cultivar una variedad de especies. Esto puede ayudar a reducir los riesgos asociados con enfermedades específicas de un cultivo, así como a repartir los ingresos al tener diferentes productos para comercializar. La diversificación también puede contribuir a mejorar la salud del suelo y a disminuir la dependencia de insumos externos, al permitir la rotación de cultivos.

¿Cuánto puede aumentar la rentabilidad?

El aumento de la rentabilidad puede variar según varios factores, como el tipo de cultivo, la escala de producción y la demanda del mercado. Sin embargo, las mejoras en la eficiencia y la calidad pueden aumentar los márgenes de beneficio en un 10% o más, lo que es significativo para cualquier negocio agrícola. La mejora de la rentabilidad no solo beneficia a los productores, sino que también tiene un impacto positivo en la seguridad alimentaria y la economía local. Al generar alimentos de alta calidad de manera eficiente, contribuyes a nutrir a la población y a desarrollar empleos en tu comunidad.

Conclusión

En resumen, mejorar la rentabilidad en la producción agrícola es esencial para el éxito a largo plazo de los productores y empresas agroalimentarias. Al centrarse en la calidad desde el campo hasta el anaquel y al aplicar las mejores prácticas en el manejo poscosecha y la cadena alimentaria, puedes aumentar tus márgenes de beneficio y contribuir al bienestar de tu comunidad. 

Referencias

 

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